
Muchas personas piensan que la clave para adelgazar es simplemente comer menos. Sin embargo, esta estrategia, si no se aplica de manera correcta, puede ser contraproducente. Puede que te sorprenda, pero comer poco NO siempre te garantiza una pérdida de peso efectiva. En este artículo, te explicaremos por qué a pesar de reducir drásticamente tu ingesta calórica, podrías no estar logrando tus objetivos y qué errores podrías estar cometiendo en el proceso y te ayudamos a cambiarlos.
1. No estás comiendo lo suficiente
Uno de los errores más comunes en la búsqueda de la pérdida de peso es la creencia de que menos es siempre mejor. Aunque es cierto que para perder peso necesitas un déficit calórico, comer demasiado poco puede tener el efecto contrario. Cuando reduces drásticamente la cantidad de calorías que consumes, tu cuerpo entra en lo que se conoce como «modo ahorro». Esto significa que tu metabolismo se ralentiza para conservar energía, ya que tu cuerpo percibe la falta de alimentos como una señal de que está en una situación de escasez. En lugar de quemar grasa de manera eficiente, tu cuerpo comienza a aferrarse a sus reservas de energía, haciendo que perder peso sea mucho más difícil.
Además, comer demasiado poco puede llevar a una pérdida de masa muscular, lo cual es contraproducente porque el músculo es más metabólicamente activo que la grasa. Es decir, cuanto más músculo tengas, más calorías quemarás en reposo. Por lo tanto, una ingesta calórica extremadamente baja no solo ralentiza tu metabolismo, sino que también puede disminuir tu masa muscular, haciendo que la pérdida de peso sea aún más complicada.
Para evitar este problema, es fundamental que consumas la cantidad de calorías adecuada para tu cuerpo. No se trata de morirte de hambre, sino de encontrar un equilibrio que te permita mantener tu metabolismo activo mientras creas un déficit calórico saludable.
2. No estás eligiendo los alimentos correctos
Otro error común es enfocarse únicamente en la cantidad de calorías sin prestar atención a la calidad de los alimentos que consumes. No todas las calorías son iguales. Si tu dieta se basa en alimentos ultraprocesados o bajos en nutrientes, es posible que no veas los resultados que esperas, incluso si estás comiendo pocas calorías.
Alimentos ricos en azúcar y carbohidratos refinados pueden generar picos en los niveles de insulina, lo que favorece el almacenamiento de grasa, especialmente en la zona abdominal. Por otro lado, alimentos bajos en fibra y proteínas pueden no saciarte lo suficiente, lo que lleva a comer en exceso más adelante.
Para promover una pérdida de peso saludable, es importante que tu dieta incluya alimentos ricos en nutrientes. Prioriza proteínas magras como pollo, pescado, tofu o legumbres, que no sólo te ayudarán a mantener y desarrollar masa muscular, sino que también te mantendrán satisfecho por más tiempo. Las grasas saludables, presentes en alimentos como aguacates, frutos secos y aceite de oliva, también son esenciales, ya que proporcionan energía y ayudan en la absorción de vitaminas. Finalmente, la fibra, presente en frutas, verduras y granos integrales, juega un papel clave en la digestión y en la regulación de los niveles de azúcar en sangre, ayudándote a mantenerte lleno por más tiempo y a controlar los antojos; además de a acelerar tu metabolismo y deposiciones.
3. No estás siendo consistente con el ejercicio
La pérdida de peso no sólo depende de lo que comes, sino también de tu actividad física diaria. Si bien la dieta es fundamental, el ejercicio juega un papel crucial en el proceso de adelgazamiento. Si no acompañas tu reducción calórica con un plan de ejercicio constante, especialmente uno que incluya entrenamiento de fuerza, es probable que no veas los resultados que esperas.
El ejercicio, especialmente el entrenamiento de fuerza, ayuda a preservar la masa muscular mientras pierdes peso. Esto es vital porque, como mencionamos antes, el músculo quema más calorías que la grasa, incluso en reposo. Además, el ejercicio cardiovascular, como correr, nadar o andar en bicicleta, puede ayudarte a quemar calorías adicionales y mejorar tu salud cardiovascular.
Sin embargo, uno de los factores más importantes es la consistencia. Hacer ejercicio una vez a la semana o sólo cuando te sientes motivado, NO es suficiente. Necesitas ser constante y hacer del ejercicio una parte regular de tu rutina diaria. Esto no sólo te ayudará a quemar calorías y a perder peso, sino que también mejorará tu estado de ánimo, aumentará tu energía y te ayudará a mantener el peso a largo plazo.
Conclusión
Perder peso es un proceso que requiere un enfoque equilibrado. Comer demasiado poco, elegir los alimentos incorrectos y no ser consistente con el ejercicio, son errores comunes que pueden sabotear tus esfuerzos para adelgazar. En lugar de enfocarte sólo en reducir calorías, asegúrate de alimentar tu cuerpo con los nutrientes que necesita y mantener un nivel de actividad física constante. De esta manera, no sólo lograrás perder peso, sino que también mejorarás tu salud y bienestar general. En AURA, estamos aquí para ayudarte a encontrar ese equilibrio y alcanzar tus objetivos de manera saludable y sostenible.
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